Si me dan a elegir el momento emocionante del plasma del último verano, me quedo con la repetición, pues era la 2ª oleada monólogos de #humor #elclubdelacomedia, no creo que la mayoría lo sean, pero el que digo de los picantes de Dani Rovira parece que de 2012, aunrque hay varias versiones, que me aspen si no estamos ante la 2ª puesta en escena de mis escritos, me conformo con que los lee incluso alguien como tan jodido genio, no voy a decir que me llena de orgullo y satisfacción o de algo que no sea la emoción de ver de que no caen en saco roto como los rescate #banksters que se atizan los mayores lodrones con la excusa que no roban y evaden a paraísos fiscales lo suficiente, como se demuestra por el hecho de que los 80.000.000.000 que necesita #Greece para relanzar su economía están en Suiza a nombre de griegos. Si llegaron leyendo hasta aquí, tiempo es que sepan que el 1er. lector adaptador de éxito reconocido, pues a efectos contables tanto los que leen como los que lo ven por encima o salen rebotaos al hacer clic en el enlace los veo como 1 más en mis métricas, aunque por supuesto no es lo mismo y por eso me emociona tanto reconocerlos aunque solo sea como ingredientes en el plasma, se trata de Javier Olivares, director de Ministerio del Tiempo en TVE y no sé si otras piezas históricas o en qué grado, pues se trata de 1 personaje que se a venido a más en fechas recientes. Como favor con favor se paga, pues de la 1ª inspiración no tengo otra prueba que me lo contó él mismo, se trata de Paseando por el híper de 1995, sobre los refugees Bosnia de la 1ª oleada, cuya recepción en pueblos como el mío con luz, taquígrafos y periodistas locales, apenas cuento mis impresiones, en las rigurosas circunstancias actuales se considera modélica en relación a la caótica de Albania y Kosovo en la costa. Como ha llovido mucho, fueron los que se mostraos contrariaos porque aquí no hay playa y luego se abandonaron a los placeres del que en su momento fue el centro comercial más grande de Europa y el consumismo occidental. Pasa como ahora que en sus países hubo régimen comunista y la retranca es que si los veías de cerca, era la gente realmente pudiente de esos países. También conocí en persona al dueño del bar frente al puente de Mostar reconstruido. Se hacen campeonatos de saltos y siempre me fijo al fondo porque la ver anterior lo vi en 1 preciosa acuarela colgada en el aula de 1 colegio de Leganés entre la M-40, la carretera de Toledo y Parquesur. Y a continuación, la nevera llena como solo la puede tener alguien que compra en hiper al modo occidental. Por eso esta vez lanzo mis tentáculos, el propio Rovira, su agente o sus seguidores, también buscaré, sobre la pieza separada del monólogo de los picantes que sea su preferida o más actualizada (la que figura es la que más visitas tiene, pero eso también puede ser porque lleva colgada más tiempo) para el encabezamiento, y ya en plan facilón que es 1, además del spoiler en el que revelo que algunas cosas que dice se tienen que haber vivido, todavía me sé o me pasó 1 anterior que relaciona al más reconocido director escénico actual, me refiero a Olivares con la más famosa pieza del cómico del momento, me refiero a los picantes. Como el mundo es 1 pañuelo, si alguien pone en dura mis palabras les ruego revisen La linterna digital, de aplicación a función de #22m 2014, y verán de donde proceden las palabras:
Mariló Montero siempre lleva la razón
- Lo importante es el criterio, puestas en boca de Rovira el las promos del programa de #humor. El monólo del picante como tal muestra o escenifica de manera genial, no me canso, 2 episodios que me ocurrieron en Vigo y alrededores en 2008 que fui forastero, y por tanto víctima propiciatoria de las apuestas con pimientos de Padrón en plan pierdepaga, donde se trata de aguantar el picor sin gesticular, como me lo hicieron varias veces, los que aguantarían 1 víbora viva dentro de la boca sin que se note, ese truco se basa en el silencio, no es que no les pique. Y por lo mismo, jamás en la vida apostaría con Latinos y menos mujeres como las que trabajé de teleoperador en lo que parecía el harén de los directivos, aunque a cambio de cobrar 1 poco más dinero que el resto, por lo menos entonces hacíamos guardias los findes. Por muy mala fama que nos dieran los envidiosos, puedo asegurar que alcohol ni gota aunque nos fabricaran las pruebas, entre otras razones porque era el que conducía mi coche a altas horas de la madrugada, hasta me dio por coleccionar las boquillas de los controles hasta que en alguno se lo tomaron y casi parecía la inquisición, pero para el caso lo más picante que hacíamos era que alguna se vestía y maquillaba de picos pardos y la salida y nos hacía pasarela entre los puestos en el que también a mí se me permitía opinar con los ojos saliéndome de las órbitas y sin articular palabra como los que están disimulando el picante en las apuestas. Esa es la otra, el telepizza cerca del trabajo era 1 restaurante especializao en comida Argentina donde los nombres de las empanadas son por como cortan la carne y también por los picantes, es decir, lo que sería el modo poco picante, picante o muy picante. Como prueba de la confianza que llegamos a tener, pues todas eran maravillosas mujeres Latinas de Colombia, Perú, Chile, Bolivia, Ecuador, Venezuela, mucho más acostumbraos al picante desde niños, cuando ya habíamos picao lo suficiente al cocinero, pues lo traía siempre el mismo motorista y el pedido empezábamos a prepararlo en cuanto llegábamos, fue el día o la tarde que me atreví con el muy picante de la enchilada que prácticamen echaba fuego en la bandeja y se olía, vamos haciéndome el bruto se me había olvidao silenciar el aparato por el que entraban las llamadas de los clientes en mis minutos de descanso (cuando estábamos en confianza con los compañeros comíamos en el puesto, pero casi todo estaba prohibido y sabíamos que se grababa el audio) que me entró la llamada del cliente en plan si algo puede ir mal, es decir, cuando te están mirando como a la compañera que se vestía de gogó de discoteca cuando íbamos a salir. En mi vida real no era cuestión de apuestas si no del puesto de trabajo y ni siquiera sé cómo me las arreglé, pero no me despidieron de aquella. La vez anterior es otro episodio de la Movida de los años 80´s cuando Rovira ni siquiera había nacido, pero sí Olivares, licenciao en Historia como se aprecia en el tipo de piezas no menos magistrales que dirige con mano sabia, pero por entonces crítico de arte de los principales en ocasión en la que nos visitaba alguien no menos importante de Barcelona, al que agasajábamos de forma que fue el crítico de gastromía que eligió 1 restaurante de comida India que recuerdo estaba por Cuatro Caminos, y por supuesto que era el que salía en las guías con el nombre del cocinero y varias estrellas. En aquella ocasión el que salió estrellao fue el director de la publicación, que se jactaba de haber vivido de nino en Guatemala y por tanto ser inmune a los picantes como solo se puede ser al otro lado del charco. Por si a Rovira le vale y conoce alguno de esos, que pruebe a invitarlo en el sitio más exageraos que conozca, pues si interpreta el mismo monólogo en América, el gesto de inmune al picante es como si se estuviera guardando 1 minuto de silencio. no podría interpretarlo, por disgracia me echaron del grupo de teatro de mi colegio y aunque pienso que fue porque se me notaba demasiao que iba tras los pasos de la actriz principal, igual que el profe, nunca superé el trauma y ya es demasiao tarde para iniciarme en tan tremenda disciplina artística, pero sí lo ví hacer varias veces, y en la 1ª ocasión que digo de los años 80´s, en el más célebre restaurante de curry poco picante, picante o muy picante de Madrid, a mitad de la comida se nos apareció el chef de las guías a nuestro reservao de comensales importantes, entre ellos el crítico gastronómico de la publicación puntera para ver nuestras caras.
el juez Ruz destapa la caja B del PP
- ¿Y de picante qué tal? ¿El señor que pidió el muy picante? había pedido el poco picante y no hubiera acabao el plato ni aunque la cena hubiera durao hasta hoy, pero el que había vivido el Guatemala se hizo el inmune de la manera que explico, aunque de forma muy educada, como solo algunos singulares mortales pueden hacerlo, es por lo que insisto en el silencio porque tuvo mucho cuidao de no abrir la boca que me imagino de dragón, pues comió delante del chef por si había alguna duda. Puco cara de preocupao como si le mentaran la madre, es decir el reto puro y duro, estiró la mano y se llevó el plato 1 rato. Luego recuerdo que se comió lo que quedaba y salimos del local indemnes, aunque ya en la puerta se retiró y fuimos los del poco picante que nos tomamos las copas de rigor en el agasajo. Por supuesto que se tuvo que ir a su casa, pero es que además se tiró el resto de la semana de baja y en cama. Solo con esta certidumbre puedo asegurar que soy capaz de comerme el plato picante siempre que me retan, tengo cierto aguante en el gesto salvo imponderables, pero aunque cuando trabajaba en las plantaciones de teleoperadores puedo asegurar que me pasaba el resto de la semana laboral renqueando y recuperándome poco a poco a base arroz hervido y sopas reparadoras. Por tanto, estamos ante el que probablemente sea el mejor monólogo de #humor, sin duda mi preferido en el que me alegra haber participao aunque solo sea llamando la atención sobre el tema. En cierta ocasión me invitaron a cenar en 1 hindú (de la India de Asia) cerca de la glorieta 4 Caminos (de Madrid) especializao en picantes que también podría llamar curry pero sería incorrecto en parte porque el curry picante se da en la gastronomía de toda la zona, también en Tailandia y en Vietnam con la carne perro, por ejemplo, por lo que el camarero del restaurant hindú nos preguntó explícitamente al tomar nota del menú silo queríamos poco picante, picante o muy picante. Como me comí 1 realmente picante menú poco picante ni siquiera probé los platos que 1 de los comensales que había vivido unos años en América Central pidió para el centro la mesa, además de los suyos, que pidió muy picantes. Mediaos los platos se nos acercó el chef del restaurant para preguntar qué nos estaba pareciendo, en especial al que pidió lo más picante, que respondió agradecido al interés del chef, como no podía ser menos, pero lo encontraba normal para su gusto. Con cara de preocupación el chef pidió permiso para llevarse algunos platos que al poco rato regresaron desde la cocina aparentemente iguales, ya digo que ni antes los había probao, aunque por suerte hubo 1 comensal en nuestra mesa que se obligó a cumplimentar el cumplido. El que había vivido en América Central de niño siguió comiendo, bebiendo y hablando con aparente normalidad, hasta salimos por nuestro pie sin más novedad que tomarnos la última en otro sitio antes despedirnos, de la que se excusó. Apenas alcanzamos a volver verlo semanas después, muy demacrao todavía pero orgulloso de haber perdido unos kilos a base de agua limón, arroz delicias y sólo levantándose de la cama para ir al excusao en el que sin embargo pasó muchas horas viendo revistas y antídoto a escondidas. A fuerza de tiempo, dosis de voluntad pormi parte, paciencia que no tengo, pero sí tuvieron conmigo, y sobre todo que odio justificarme, llegué a ser fontanero en muchos fregaos, aunque prefiero que me llamen jardinero. 1 fontanero ó 1 jardinero manitas, también llamaos personal de mantenimiento, es alguien disipao para lo suyo, vamos, que parecemos desordenaos porque de normal lo tenemos todo patas arriba. El estao de mis equipos informáticos y los de mis áreas de influencia es el de destripaos y cuando alguien quiere ver o que miremos algo suele creer que no están operativos porque ve el módem, la tarjeta de red o la gráfica colgando por fuera las torres, apenas prendidas de cables de colores que, eso sí, pueden cambiarse rápidamente de 1 equipo a otro, pues algunos de los periféricos y accesorios que manejo son por fortuna de esos fabricantes que además de vendérnoslos a sus afortunaos poseedores quieren además que nos sigan gustando después de compraos, que gracias pero no me puedo permitir tener 2 por razones de espacio. En todas las visitas presenciales que recibo, quien más quien menos siempre quieren que les calcule otras posibilidades, quizás esperando que los equipos informáticos sin los silenciadores de las tapas revienten como amenanzan cuando rugen al aire y las veces que pudieron (descubrí el antídoto), una vez oída mi solución, sólo me servía para que me llevaran la contraria, aunque condujera al desastre que además también era por mi cuenta o a mi cargo. Todo cambia cuando en vez de soluciones o modos de funcionar o aunque sólo sea poner en función algo y probar a ver que pasa, planteas los problemas crudos y siendo generoso siembras dudas, momento en el que ves cómo se destruyen a sí mismos los que sólo se dedican a repicar en lo de los demás igual que se derrumban sus conspiraciones y psicomontajes a varias bandas. Es la codicia de los miserables, su existencia la que les levanta las capuchas, desenmascara a sus guionistas garbanceros y sus trapacerías al tiempo que les desentierra los cadáveres a los que siguen pegando puñaladas los mismos sicarios que se lo inventaron todo. Leyendo el reportaje, report, dossier, informe, historia en los tiempos antiguos o caricatura sobre los graciosamente denominaos métodos de Aguirre y sus fieles se diría que el articulista Luis Gómez hace gran esfuerzo como el producido por el curry muy picante para intentar dar cobertura de coherencia a lo que más parece improvisación, chapuza, desorden, mala educación, pésimo gusto y en general la desconexión que sienten los bebés al mirar sus manos, sus ojos, sus piernas como piezas separadas sin sospechar todavía que forman parte del mismo cuerpo. Coincidiendo con el juramento de Barak Obama como presidente de los United States de América proyectaron por la tele algunos documentales sobre la llegada el poder de su predecesor demócrata John F. Kennedy. En 1 explicaron su asesinato en Dallas como el acto aislao de 1 perturbao solitario que aspiraba a hacerse famoso con el magnicidio para tratar de explicar después su confuso ideario en los inevitables procesos que se siguieran, de hecho dejó dinero y 1 carta de despedida a su mujer, pues esperaba ser detenido el mismo día que hizo los disparos desde la biblioteca pública en la que trabajaba. El asesinato posterior del asesino truncó sus explicaciones y sembró de misterios 1 acto ya de por sí imposible de entender. Hubo una pausa, probablemente publicitaria hasta que apareció el especialista de turno que se explayó sobre la necesidad colectiva del americano medio y en general los Hom@ sp? de creer en 1 especie de inteligencia superior o buscarla afanosamente, incluso cayendo en el ridículo con lo de los otros mundos y no dejarlo en una búsqueda de inteligencia a secas, algo así como necesitar contínuamente teorías de la conspiración, incluso criándolas y hasta alimentándolas para aceptar o intentar asimilar cualquier suceso absurdo como lo es el de matar para salir en la tele y obtener algún beneficio deso. Por los mismos derrotes se alumbran los misteriólogos que intentan demostrar la existencia real, histórica de Jesús de Nazareth que, si se mira bien ni es el problema ni la duda principal pero los personajes literarios y de culebrones, incluso los más lograos son planos, sin matices, acartonaos, como hechos de una pieza, sin desarrollo más allá de su leyenda urbana, coherentes de la mano de sus creadores mientras que las dudas, los problemas, la existencia e incluso los testimonios contradictorios sobre la vida real de Jesús de Nazareth no vienen si no a abundar en la existencia histórica del Hom@ sp? más mentao que, siendo tan pocas o ninguna las certidumbres a las que podemos engancharnos, incluso cuando nos las dan hechas, que también nos libran de paso o en parte de lo que pase, con lo que comulgamos sólo comulgamos si queremos ni por mucho veneno que nos pongan.