Poco a poco se va configurando en el imaginario colectivo la aparición de la típica chica sacada del típico anuncio maquillajes y colonias haciendo autostop con su impermeable transparente o como la recuerde cada 1 bajo la lluvia a la luz los faros de otros coches, del nuestro & las farolas porque nadie creería que paramos a cualquiera y menos si no se ve nada, para avisarnos que estemos atentos a la conducción por la siguiente curva del camino por el que íbamos cuando lo contamos y que cada 1 adorna a su gusto, que todos tenemos derecho a contar que hemos visto lo que nos de la gana haber visto. Pasa lo mismo con los malllamaos ordenadores, que sería correcto llamarlos computadores por la siempre inevitable discusión encoñada del género o sexo equiparaos para cada cosa, objeto o persona quedando demostrao por la evidencia que los computadores, igual que los varones de la especie Hom@ llegan o llegamos alas vidas de los demás presuntamente para solucionar problemas pero con frecuencia nos convertimos en el problema, por lo que se deduce que los computadores son masculinos a diferencia por ejemplo de las tostadoras o las top model de los anuncios de maquillajes. Que viene a cuento por estar tan extendida la leyenda urbana la chica la curva como la creencia que hay computadores mejores y computadores peores, como los melones, siempre pensao común modo de despreciar a quienes los utilizan con más soltura. Hace muchos mas años acompañé a alguien a comprar componentes sueltos para sus prácticas de circuitos enuna tienda electrónica especializada en estudiantes de formación profesional cerca la Gran Vía de Madrid. Me contó quenaquel mismo momento ya había hipermercaos en EE UU que los vendían al peso y que en las mismas bandejas para revelar papeles fotográficos se podían revelar también las placas en las que previamente se habían pintao los circuitos pero que para qué. 1 computador empezó siendo una nave inmensa de bombillas dispuestas como circuitos por cuyas puertas abiertas o cerradas circulaban los cálculos imposibles sobre el papel o la pizarra. Los propios hipermercaos fueron imposibles de concebir antes de los computadores, no sólo los de las cajas registradoras, también la inmensa logística de los abastecimientos y las ofertas. Los fabricantes de pantallas de cualquier tipo se devanan los sesos instalando reguladores de contraste & luminosidad, incluso a golpe de ratón pero se hizo correr la bicha que son precísamente las pantallas de los joíos trabajos los que emanan radiaciones, pocas en todo caso, y se tapan con feos protectores de plástico que rápidamente se cargan de huellas & otros registros ADN para que se vean cada vez menos, aunque los que se protegen de las radiaciones malignas luego ensus descansos corren queselas pelan aporreando sus maquinillos multijuegos que ni se sabe qué les echarán los fabricantes a esas pantallas mínimas pues luego les pasas otra propuesta sindical fotocopiada a doble cara y se ponen aparatosamente las gafas antes de tirarla a la papelera apenas leen el encabezamiento. Y si no se puede sacar otro rato para jugar a sus maquinillos multijuegos es el computador de cada 1 el questá tonto que, si se hace mirar con detalle el título, los ejemplos & las siempre odiosas comparaciones estamos ante leyendas urbanas propias de las modernidades por la sencilla razón que antes no había curvas peligrosas porque ni siquiera había coches, anuncios de maquillajes en las teles, ni teles, computadores ni guerra de los sexos, lo que se conecta con otra leyenda acendrada: que la guerra de los sexos, los computadores, los anuncios de maquillajes en las teles, los coches y las curvas peligrosas de las carreteras nocturnas pero bien iluminadas para las apariciones han existido siempre. No son más creencias de las que no se sostienen sino modos de actuar o de comportarnos aceptaos por la mayoría, como si estuviéramos dejando el terreno expedito a los que pasao el tiempo volverán a descubrir lo que ya se requetesabía pero había caído en el olvido por lo que se demuestra que seguimos siendo totalmente reaccionarios a reconocer, no ya a fijarnos siquiera en las muestras de talento & ingenio, sobre todo los ajenos entendidos como combinaciones acertadas del flujo de recuerdos & ideas con el propio acto teniendo en cuenta que el habla y su ejercicio oral & escrito independientes del soporte ya son actos de por sí, y lo mismo las trolas.
leyenda urbana la chica de la curva
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leyenda urbana la chica de la curva | pedos del Diablo @11:40
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